23 de marzo de 2020

En una carta al presidente de la República Popular China, Xi Jinping, el exmandatario Lula les pidió disculpas al gobierno y al pueblo chino por la “inaceptable agresión” del diputado Eduardo Bolsonaro contra aquel país. Lula lastimó que Jair Bolsonaro no ha sido el primero en hacerlo, tras su hijo acusar a China por la propagación del nuevo coronavirus.

“Su silencio avergüenza a Brasil y comprueba la estrechez de una visión de mundo que desprecia la verdad, la ciencia, la convivencia entre los pueblos y la propia democracia”, escribió Lula respecto a Jair Bolsonaro. Ni el presidente ni la cancillería brasileña pidieron disculpas por el incidente que, más allá de revelar ignorancia, afecta las relaciones de Brasil con su principal socio comercial.

“Lamento especialmente que esa agresión haya ocurrido en una coyuntura de contencioso comercial entre China y Estados Unidos, país al cual la política externa brasileña viene siendo sometida de manera servil por este gobierno”, agregó Lula.”Bolsonaro desprecia las relaciones de Brasil con países amigos y se rebaja como un simple adulador del presidente Donald Trump”.

La misiva de Lula fue entregada el viernes 20 de marzo en la Embajada de China en Brasilia y llegó este domingo a manos de Xi Jinping. Lula felicitó al gobierno y al pueblo chino por las victorias alcanzadas en el combate al coronavirus. “Esta es la verdadera imagen de China que nosotros, brasileños y brasileñas, aprendemos a admirar, en una convivencia de mutuo respeto”.

Lea la misiva completa de Lula a Xi Jinping aquí:

São Bernardo, Brasil
20 de marzo de 2020

Caro presidente Xi Jinping,

En nombre de la amistad entre los pueblos de Brasil y China, cultivada por sucesivos Gobiernos de los dos países a lo largo de casi cinco décadas, vengo a repudiar la inaceptable agresión hecha a su gran país por un diputado que viene a ser el hijo del actual presidente de la República de Brasil.

Tal actitud, ofensiva y frívola, es contraria frontalmente a los sentimientos de respeto y admiración del pueblo brasileño por China. Creo expresar el sentimiento de una nación, que tuve la responsabilidad de presidir por dos mandatos, al pedir disculpas al pueblo y el gobierno de China por el comportamiento deplorable de aquel diputado.

Como bien lo sabe usted, distintos sectores de la sociedad brasileña condenaron esa agresión, incluso los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de Brasil.

Lamento, sin embargo, que el actual Gobierno brasileño no lo haya hecho aún por los canales diplomáticos y por medio del propio presidente de la República, que debería haber sido el primero en tomar tal actitud. Su silencio avergüenza a Brasil y comprueba la estrechez de una visión de mundo que desprecia la verdad, la ciencia, la convivencia entre los pueblos y la propia democracia.

Lamento especialmente que esa agresión haya ocurrido en una coyuntura de contencioso comercial entre China y Estados Unidos, país al cual la política externa brasileña viene siendo sometida de manera servil por este gobierno. Bolsonaro desprecia las relaciones de Brasil con países amigos y se rebaja como un simple adulador del presidente Donald Trump.

Este gobierno acabará, sin haber estado a la altura de Brasil, pero nada puede borrar los lazos de amistad y cooperación que venimos construyendo desde 1974, cuando el entonces presidente Ernesto Geisel restableció las relaciones entre Brasil y la República Popular China.

Prácticamente todos los presidentes brasileños desde entonces han fortalecido nuestra relación en los más diversos campos. Yo recuerdo que en 1988, el presidente José Sarney firmó los acuerdos para la construcción del satélite chino-brasileño, que sería lanzado bajo el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso.

En 1994, los presidentes Itamar Franco y Jiang Zemin establecieron la Asociación estratégica Brasil-China, que ha resultado en mutuo beneficio. Desde 2009, China es el mayor socio comercial de Brasil. En mi gobierno, Brasil reconoció a China como economía de mercado y construimos juntos BRICS, inaugurando un nuevo capítulo del orden mundial.

Hace poco, yo he expresado solidaridad con el pueblo y el gobierno de China en el enfretamiento al coronavirus. Recibí la noticia que los esfuerzos admirables en esta lucha resultaran cero transmisiones internas de coronavirus por segundo día consecutivo en su país. Felicitaciones por este logro y sigan luchando.

Esta es la verdadera imagen de China que nosotros, brasileños y brasileñas, aprendemos a admirar, en una convivencia de mutuo respeto. Un país con el cual deseamos mantener y profundizar las mejores relaciones de amistad y cooperación, incluso en la lucha contra esa pandemia que también nos toca.

Recibe mi respetuoso y fraterno saludo, que se extiende al pueblo chino.

Luiz Inácio Lula da Silva

lula.com.br